Desde aquel 15 de mayo han pasado un poquillo más de cuarenta días.. pero podríamos decir que siento como ese periodo va quedando atrás. Empecé cerrando Duende del Sur, con ese ‘
hay que ser feliz y si no torear la vida como se pueda’. Y ahí he andado este periodo.. toreando el chaparrón de sentimientos y sensaciones. Resumiendo…
1ª Semana: silencio, no podía ser lo que estaba pasando
2ª Semana: cambios, estado de shock
3ª Semana: percepción, mi nuevo estado
4ª Semana: engaño, dolor, tristeza, rabia
5ª Semana: presencia, celos, rabia, dolor, incomprensión, tristeza… toqué fondo
6ª Semana: dosis de realidad, comprensión, y llegó el perdón, las paces conmigo misma y el ser consciente de que nada de lo que pasó fue intencionado, todo es fortuito, y todo sirve para crecer, positividad, vivir hacia delante y no mirar atrás.
Y ahora, que comienza la 7ª semana… a seguir pa’lante, me gusta sentirme fuerte y positiva, así que es una pescadilla que me realimenta. Vale, no nos engañemos, sí, lo reconozco, aún todavía los pensamientos “salerosos” me escuecen, algunas veces un poco más, otras menos, pero intento controlarlos y no dejo que ellos tomen rienda de mi vida. Nunca pensé que pudiera hacerlo, con lo impulsiva que siempre he sido y lo que me he dejado arrastrar por los sentimientos. Quizás la edad, quizás lo ya vivido…
Sólo sé, que a pesar de todo, el daño, la rabia, la tristeza, el desamor, todo esto ha merecido la pena vivirlo para crecer. Se me presentan grandes oportunidades por delante, y esta vida es tan enriquecedora, esta vida tiene tanto por descubrir y vivir, que yo de quien realmente estoy enamorá es de la vida… enamorá de la vida aunque a veces duela…