Carta a una desconocida...

Encuentros, casualidades, destino.. Cruces de caminos y te encontré.

Es curioso, lo poco que te conozco y lo mucho que quiero saber de ti. Me hechiza tu persona, lo que leo de ti me emociona y no te conozco... Mi pensar vuela lejos, fantasías de día y noche sobrevuelan en mi mente y un suspiro... por un encuentro. Por un mirarte a los ojos y descubrir lo que escondes tras tus palabras. Te adivino risueña, te adivino soñadora, con tanto por entregar...que la persona que llegue a tu encuentro que afortunada será.

Quien sabe en un mañana, si algún día cruzaremos nuestro mirar, y una sonrisa escapará de mi rostro...una sonrisa de complicidad.

Tan poco te conozco y tanto por descubrir, quiero más... quiero poder sentirte cerca y derramar risas y lágrimas, compartir miradas y que nazca un deseo.

Deseos incontrolable desde lo más adentro, sin poder ponerle freno y entregarnos, arrastrarnos a la pasión. Deseos de cuerpos ardientes, ávidos de sentir, que se atraen... y una caricia. Tu mano que roza mi piel, un vibrar intenso en mi interior, esa llama que desea ser hoguera sintiendo tu cuerpo junto al mio. Te acercas, lentamente, pausadamente, la respiración se entrecorta, que cerca estás...Puedo sentir tu respirar acelerado, cual la mía llena de deseos, ese susurrar al oído y caricias que invitan a la pasión. Y por fin, por fin ese beso.. tras jugar a mantener el deseo.. ese beso suave, lento, labios húmedos que se enredan y hacen sentir esa intensidad en mi interior.

Ese beso deseado, anhelado, ese beso que me vuelva a hacer sentir.

Fanstasías en la noche me llenan hasta dormir.. dormir y luego despertar para ver la realidad.